¿QUE PRUEBAS NECESITO PARA UNA ANALÍTICA GENERAL DE SANGRE?
Para la mayoría de la población, los resultados de un análisis de sangre no son fáciles de interpretar, e incluso pueden llevar a confusiones que alarmen sin necesidad. El médico es el que debe valorar la analítica sanguínea, ya que no siempre unos valores alterados son sinónimo de enfermedad, y pueden deberse a un desajuste puntual
los datos que más se solicitan para el estudio son el hemograma y la bioquímica sanguínea.
El hemograma mide la concentración de cada uno de los elementos celulares de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos o leucocitos y plaquetas). También comprueba si las células tienen una forma y estructura normales o si están alteradas.
La bioquímica sanguínea es el estudio de las sustancias químicas presentes en la sangre. En general, estos parámetros informan sobre el estado y la función del hígado, el riñón, la diabetes, entre otros. Así, incluye la glucemia (niveles de glucosa en sangre), iones (sodio, potasio, calcio…), enzimas hepáticas (GOT, GPT, GGT), parámetros de función renal (urea y creatinina), colesterol (HDL y LDL), triglicéridos, perfil férrico (hierro, ferritina y transferrina), vitamina B12, ácido fólico, enzimas tiroideas (T3, T4 y TSH) y enzimas de citolisis (LDH).
En la bioquímica “también se pueden solicitar marcadores tumorales (por si existiese sospecha de cáncer o tumor), hormonas (ante alteraciones en el ciclo menstrual) o niveles de determinados fármacos que deben registrarse